El tiempo, como casi todo, tiene sus cosas buenas y malas.
Lo malo: que pasa demasiado rápido y que tiende al olvido. De hecho cuando alguien desaparece, aunque suene desgarrador, la vida sigue su curso; porque no, no somos tan importantes.
Lo bueno: que compartirlo con personas como tú, sabe un poquito mejor. No te preocupes si se te olvida algo que ya estaremos el resto para recordártelo con pelos y señales (incluso cómo se apellida(ba) aquel profesor de Romano).
Y si nadie te lo recuerda es porque o no fue suficientemente importante o te hizo un daño innecesario; porque como me dijo una vez Nuria “el ser humano olvida aquello que le dañó por mera cuestión de supervivencia”. Tqm <3
hay cierto placer en vivir ligero, aunque yo también esté aprendido. supongo que lo guay es que cuando no están las fotos ni los objetos, puedes pegar un teléfono a la gente que te quiere (yo) y preguntarle por las cosas importantes de aquellos años (un poco como reconocer tu R mayúscula, tener una foto de nuestros pies con las mismas converse y diez tallas de distancia y saber que, si te dan a elegir, igual por lo vivido te lanzas a tomarte una alhambra verde. t quiero
Iratze, tienes la cualidad esencial de los buenos escritores: te desnudas en tus escritos.
Un beso. ¡Adelante!
Almudena
El tiempo, como casi todo, tiene sus cosas buenas y malas.
Lo malo: que pasa demasiado rápido y que tiende al olvido. De hecho cuando alguien desaparece, aunque suene desgarrador, la vida sigue su curso; porque no, no somos tan importantes.
Lo bueno: que compartirlo con personas como tú, sabe un poquito mejor. No te preocupes si se te olvida algo que ya estaremos el resto para recordártelo con pelos y señales (incluso cómo se apellida(ba) aquel profesor de Romano).
Y si nadie te lo recuerda es porque o no fue suficientemente importante o te hizo un daño innecesario; porque como me dijo una vez Nuria “el ser humano olvida aquello que le dañó por mera cuestión de supervivencia”. Tqm <3
hay cierto placer en vivir ligero, aunque yo también esté aprendido. supongo que lo guay es que cuando no están las fotos ni los objetos, puedes pegar un teléfono a la gente que te quiere (yo) y preguntarle por las cosas importantes de aquellos años (un poco como reconocer tu R mayúscula, tener una foto de nuestros pies con las mismas converse y diez tallas de distancia y saber que, si te dan a elegir, igual por lo vivido te lanzas a tomarte una alhambra verde. t quiero